El pesaje de los niños de Lituénigo
En Lituénigo, localidad de la comarca zaragozana de Tarazona situado a los pies del Moncayo, se viene realizando una curiosa tradición desde tiempos inmemoriables.
El pesaje de los niños de Lituénigo es una fiesta declarada de Interés Turístico de Aragón por su originalidad y singularidad.
Ese es el motivo por el que la consideramos una de las fiestas más populares de la provincia de Zaragoza. Aquí te vamos a explicar en qué consiste esta bonita tradición.
Origen de la Fiesta del Pesaje de los Niños
El origen de la fiesta se remonta a un tiempo lejano, que algunos sitúan en el siglo XVII. Al parecer un matrimonio del pueblo con problemas para tener hijos pidió a un fraile familiar suyo intercesión para tener descendencia.
El familiar, Fray Matías de Lituénigo, les tranquilizó, pronosticándoles que tendrían descendencia. Entonces el matrimonio realizó la promesa a la Virgen de que si les concedía un hijo, éstos le ofrecerían el peso del bebé en trigo.
El bebé del matrimonio nació el día 29 de septiembre, San Miguel. Al año siguiente, la pareja pesó a la criatura y cumplió su promesa.
Como en cualquier fiesta cuyo origen se pierde en el tiempo es difícil tener seguridad de que estos hechos se correspondan con la realidad o formen parte de alguna leyenda.
En cualquiera de los casos, la localidad realiza desde tiempos inmemoriables este rito con muchísima ilusión coincidiendo con la festividad de San Miguel.
En qué consiste la tradición de Lituénigo
La Fiesta del pesaje de niños de Lituénigo es un acto sencillo que comienza a las 12:00 del mediodía del último domingo del mes de septiembre.
A esa hora los mayordomos de la cofradía de San Miguel, acompañados por la charanga y algunos vecinos, se desplazan casa por casa para recoger la llegá.
La llegá es como se llama a esta parte del ritual y es un vestigio de los tributos que se pagaba a los regidores o administradores. Los vecinos agricultores hacen su donativo a través de trigo. El resto de vecinos contribuyen a través de donativos en metálico, que ayudarán a la cofradía.
En la actualidad la organización del evento corresponde al Ayuntamiento de la localidad.
A las 12:30 los vecinos de la localidad se reúnen en la plaza de la Iglesia de la Purificación acompañando a los padres de los niños que va a ser pesados. Todo el trigo recogido se transfiere a sacas.
Los mayordomos sujetan una balanza romana en la que se van a pesar a los niños nacidos durante el último año.
Los padres van colocando a los niños en un capazo y los mayordomos se encargan de llenar otro capazo con el trigo que han recogido previamente hasta alcanzar el peso del zagal. Este trigo es aportado por los familiares.
Como se puede ver en las imágenes, este es un momento de gozo e ilusión familiar.
Cuando finaliza el pesaje de todos los niños, el trigo que ha servido para pesar a los niños se lleva hasta el pórtico de la Iglesia.
Una vez finalizado el Pesaje de los niños, se recoge todo el trigo y se lleva al pórtico de la iglesia.
El último de los actos que componen esta tradición es la subasta del trigo.
El postor que realice la puja más elevada se llevará la totalidad del trigo pesado durante la jornada.
Éste recogerá la llave del pórtico de la iglesia, representando que ha sido el ganador, y la mostrará orgulloso a todos los vecinos presentes en la plaza.
El pago comprometido deberá pagarlo al año siguiente. Antiguamente los agricultores cultivaban el trigo obtenido en la subasta y con el cereal cosechado se abonaba el precio pactado.
A pesar de que el número de nacimientos en la población es muy pequeño y en muchos años inexistente, muchos descendientes de la población que actualmente viven fuera mantienen la tradición y permiten que ésta se siga celebrando.